sábado, 26 de septiembre de 2015

En la estacada - hacia otra dirección...

Es curioso cómo en ocasiones, uno es testigo exterior de lo que vive. Siempre reconocemos síntomas de lo que habría que cambiar o corregir en nuestra vida, de lo que nos gustaría prescindir o profundizar. No se trata tanto de tirar ropa que ya no uso, de libros que están aguardando un destino desconocido y por ello, algo atribulado... no es eso. Se trata de girar el timón ligeramente hacia otra dirección. Para cambiar el paisaje, cambiar la mirada, sentir el tiempo, sentir lo que nos rodea.
 
Al final de este verano la situación se hacía cada vez más visible. Y los resultados ya se empiezan a ver, poco a poco. Tengo más tiempo, y siento algo más lo que me rodea. Deseo otras cosas, menos tangibles y mucha más serenidad. Enfoco el catalejo hacia tierras lejanas... pero observo con detenimiento lo más cercano.
 
El buen compañero. Un día, exhausto, cogió su bici hacia las estrellas. Los músculos que una vez desarrolló corriendo, pedaleando, nadando... lo han llenado de infinito movimiento y lo siento cerca de mí algunas veces. Las calles me hablan de él. Esta ciudad que un día me enseñó en un delicado paseo por el centro, descubriéndome tesoros olvidados y escondidos. El abrazo, cuando desmoronada llegué un día al trabajo. Los consejos para no caer en los errores habituales. Los desayunos por los alrededores compartiendo la lectura de la prensa. La bibliografía para el estudio del arte y la arqueología. Las recomendaciones literarias. El análisis de la realidad cercana... Sentía que me protegía. Que cuidaba de mí. No sabía tanto de él, pero nos teníamos en gran confianza y consideración. Un caballero, un amigo, un compañero. Perder algo bueno en la vida es terrible. Y yo siento que lo he perdido, y me encuentro sola. Me queda el sonido de su voz, aún. El bello libro italiano sobre bibliotecas...
 
 
Querido amigo. Me leíste una vez. Me das el impulso para seguir nadando en estas aguas que deseo ver como lo son las transparentes y cálidas del Cabo de Gata. Hermoso lugar. Espero no olvidar nunca que fuiste mi primer amigo en Málaga. Sigue pedaleando en las redondas nubes, nadando en el azul oscuro estrellado... ligero, tranquilo, sonriente.
 
...cierro los ojos, y me sumerjo,
notando cómo me envuelve el agua,
lúcida, transparente, remota.
 
un lugar para la nostalgia de las imágenes:
http://www.livres-et-gravures.f1adc.com/
 
 
 
 
 
 

miércoles, 21 de noviembre de 2012

Interpretando las olas....

En el día a día suceden cosas, simultáneamente o bien, una a continuación de otra. Es una sucesión de acontecimientos, percepciones, sentimientos... una suerte de oleaje severo cuando no estamos tranquilos y de mar serena cuando la paz nos inunda y apenas quedan olas o tal vez el susurro de un conjunto de ellas.

Hoy mi cabeza ha empezado en oleaje denso, luego casi tormenta, para luego acabar en una relativa calma que me ha llevado a la playa, a lo que era la línea de costa de Málaga antes de las terribles inundaciones del sábado. Se han abierto cañones e incluso se ha formado un delta con cinco brazos de agua donde acaba el arroyo que inundó todo a su paso.

Después de la mañana he salido zumbando a mi piscina, dispuesta a nadar cuarenta largos y casi llegando, el ímpetu del sentimiento, que he parado postergado anulado. Menos mal. Desaparecidas las olas en la azul piscina he salido más ligera -como esperaba- pero no más esperanzada. Hace tiempo que mis días son muy cortos, es decir, lo que dura el día. A veces incluso deseando que pase pronto, para que la borrasca desaparezca. En muchas ocasiones ni siquiera pienso en ello, me parece que cada vez pienso menos, y claro, escribo menos...

Me he vuelto una persona diferente. He cambiado en estos años. La realidad es lo que cuenta, lo que aprendo de ella es lo que me llena. Incluso la literatura ha casi naufragado en mis días... apenas un trocito de este libro, de tal otro, llevo una temporada que salgo y entro, camino, nado, le doy a la pala, voy al trabajo, degusto unas tapas.... la reflexión debe llegar alguna vez, la tan ansiada paz aún no la he recogido de la orilla. Sí me he dado cuenta que no soy capaz de luchar contra la realidad... me agoto enseguida... Lo que no me gusta debo dejar de mirarlo. Lo que no entiendo, intentar que me sea más razonable. Lo justo... y qué es lo justo.... Es como si cada día tuviera más dudas y menos certezas. Es cierto que tengo pies y manos, que estoy viva y muy activa. Parece como si la edad empezara a dibujar un perfil nítido, claro, sin sombras. Una especie de plantilla para recortar, ja. Qué sencillo parece... recortables de vida. El traje azul marino, el vestido de baño, el chandal.

Echo de menos la sencillez. El no tener problemas. Incluso algo de aislamiento parece que me conviene. Al menos escribo ahora. Quién sabe dentro de unos días... Sonrío. Sueño con una vida bondadosa, donde las personas se ayudan unas a otras, se escuchan y respetan. Donde hay solidaridad, cariño y ternura. Se escucha el oleaje...

 
Pablo Genovés. Lo conocía pero realmente lo he descubierto hace no mucho catalogando los libros en la biblioteca del museo... resulta fascinante. Ahora expone en la sede Loewe de Madrid. Añado un vínculo sobre el artista.
http://www.pablogenoves.com

También he encontrado hoy un recurso sobre arte internacional, por categorías, que abarca todo tipo de manifestaciones y es una forma de encontrar muchos artistas actuales, buenos y menos buenos...
Daily Art Fixx

sábado, 12 de mayo de 2012

un borrador encontrado... por fin, aquí!

Quisiera, un verano que no se fuera, que no se acabara nunca. Que todas las mañanas pudiera estar pendiente de los vientos y del color del mar. Que anticipara el deseo del baño salino, la caricia de la arena, o el chapuzón en la piscina, al resguardo de los pinos. Guardo un fantástico recuerdo de días de playa, en la cala Rijana, Cantarriján o la Playa de los Muertos. Lindísimos lugares para flotar sobre la superficie y seguir de cerca tantos peces que debajo no se asustan y siguen sus movimientos.


Pero lo más importante es que aún hoy, entrado ya septiembre, en las playas urbanas de Málaga el agua estaba dulce y transparente, en un recodo donde el poniente no levanta el agua y se remansa. Y el agua, esta semana nadando unos largos en la piscina, donde me hundo en un solo tono de color azul claro y brillante, atrevesado de la luz que está en el aire. Todo me parece un milagro, tan grato de vivir...


He leido a Edith Warton, Nick Hornby, Antonio Soler, Duras, ... pocas lecturas, quedan tantas. He podido coincidir con la familia, en gratísima compañía, todo luz y alegría aunque la vida no sea la que uno quisiera es la que se acepta. Ya que tantos deseos, tan infinitos como yo tengo, sería imposible realizarlos en solo una existencia.

Y aquí, estoy. He encontrado este borrador no publicado, no me lo explico. Hace tanto que no ingreso en blogger que ni sabía de su existencia. Ahora, me doy cuenta de tantos yoes y tantos momentos en que somos uno y miles, mil formas de pensar y de enfocar, de navegar y de naufragar... para conseguir salir a flote sin hacernos mucho daño y mantener la singladura. Ese verano, tal vez yo estaba agradecida a la vida. Ahora estoy más exigente, me pido menos y a los demás, más. Tendré que parar, usar la meditación, respirar y consolarme con lo que ya tengo. No aspirar a más? no lo sé.

Yves Oppenheim

Incluyo esta imagen del pintor francés, Yves Oppenheim, nacido en Madagascar y activo en Berlin. Hay poca información en la red sobre él. Las pinturas son de gran formato, superando a veces los dos metros de ancho. Así vista incluso parece un torbellino de aguas dentro de la corriente. Una pintura acuosa, "mediterránea" como dice alguna crítica.


En el enlace, Pablo Lara hace una selección amplia de dibujantes e ilustradores, muy llamativa (más de mil imágenes.........!!


lunes, 14 de noviembre de 2011

tal vez sobrevivo en lugar de arriesgarme...

Ha llegado perezosamente un otoño, por mi parte poco deseado... me da pena no ir a la playa, no nadar bajo el sol amplio, perder esas noches perfumadas de verano. Y sin saber cómo, ya estamos a mediados de noviembre, el mes que más me cuesta pasar, este año ni me he enterado. No ha llegado ese frío repentino, sólo algunos días de lluvia pero no bajamos de 16 grados, una temperatura realmente afable. Y me cuesta recogerme, estar en casa, tranquilizarme.

En el trabajo asumo la realidad como es. Dura, frágil, a veces incómoda. Desapasionadamente veo pasar los libros por mis manos. Se acabaron las ilusiones, los proyectos. En cambio, la ciudad se descubre poco a poco ante mí. Sus gentes amables, sus calles familiares. Los museos que van abriéndose cada vez más a la ciudadanía. Hay muchos e importantes. Y me integro, me solapo con las capas de historia que han cubierto a Málaga, creo sentirme ya un estrato, un resto vivo más, objeto de estudio y clasificación... por las generaciones futuras de arqueólogos. Tal vez alguien se está encargando de momificarnos, de envolvernos en una fina capa de ceguera que nos oculta la verdadera realidad. Yo sueño con un futuro mejor, visto el panorama que nos rodea. Al fin, la crisis también ha entrado en este blok.

Quisiera enseñaros unas pinturas de un viejo amigo, cuya obra crece y evoluciona rápidamente. Tiene muchas pinturas y me decanto por los paisajes, luminosos, llenos de sueños y horizontes: galería de Pedro Lopey en Flickr.
Actualmente expone en Málaga: Figurometría

miércoles, 1 de junio de 2011

Cierro los ojos y aún veo las tierras de lava...

Ha habido mucha actividad esta primavera, una abuelita grave, un hombro dolorido, y por tanto, un abandono temporal y consecuente de la natación... y una carrera hacia la boda (una boda pequeña, complicada y que finalmente creemos gustó). La sensación que queda es que esto podía mejorarse, que aquello sobraba, que tenían que haber venido otros amigos, cuando en realidad sí faltaron por motivos fundamentados algunos importantes familiares....

Qué hermoso fue. Qué hermosos e intensos días...

Fuimos a la isla de los volcanes que yo soñaba desde hace tanto. Tanto paisaje agreste y milenario, usado por el hombre con originalidad y humildad. Y qué ganas de volver, cuando una tierra te gusta. Me gustó más el norte, más los sitios sorpresa que los buscados, y sobre todo, me gustaría vivir allí una época larga de mi vida. Saltando de cuando en cuando a una islita, viajar en alguna ocasión hacia otras islas. Olvidarme de los continentes, dejarme rodear por el mar... por todos lados. Pintar y leer hasta aburrirme, caminar hasta el mayor cansancio, ver amaneceres luminosos y atardeceres trágicos. Conocer a los del pueblo. Comer pescado y papas. Volver a la capital y encontrar a la artesana que me hizo una pulserita en el momento. Sentir ese aire perfecto que no se para nunca. Sentir la vida y la costa cercana que me vio nacer. Volver al lugar de la luna de miel.

Hoy enlazo a Clark Little el fotógrafo que se mete dentro de la ola para fotografiarla. No os perdáis sus vídeos en http://www.clarklittlephotography.com/

miércoles, 22 de diciembre de 2010

y otro año pasa aceleradamente... feliz 2011!

Con la perspectiva de una cierta edad, de una cierta mirada y un peinado que no cuaja del todo -admiro a aquellas que se atreven a cortar e iluminar de platino sus cabezas- observo cómo ha pasado este año, lleno de sabiduría e inicio de equilibrio. Sensación que me lleva por un sendero más independiente que colectivo, más personal e individual que familiar, menos científico y más sensual... hago lo que puedo cuando puedo, sería una máxima.

Llevo días sin nadar, por una cosa o por otra. Algo de pereza, algo de mucho frío y algo de faringitis, que afortunadamente pasa. Disfruto de la nueva compañía inesperada de María José, que seguramente me hará aprender muchas cosas y tal vez cuestionarme otras. He recobrado algo Sevilla aunque me falta una inmersión grande, y ver todo su azul. Y Málaga, la veo mi amiga, mi compañera al fin... una ciudad de pastelerías de ensueño y vinos dulces que embriagan, de hombres y mujeres amables y atractivos, de perfiles urbanos constrastados demandando una mejora que no llega... de historia o de prehistoria, gracias a los compañeros arqueólogos, que alumbran mi visión de lo antiguo o de lo muy muy lejano en el tiempo... la gran urbe comercial mediterránea, o aquellas cuevas en la montaña donde se asentaron hace tanto los primeros hombres.

La dulzura y calidez que encuentro en la vida de pareja, el compañero que te ayuda o bien hay que apoyar... con el que se sueña despierto, o se toma una sopa calentita... Rectifico: puedo hacer cosas sin él, pero qué bien poderlas hacer con él. He vivido tantos años soltera, que aún me queda mucha rémora de single. Y por ello, cuando me aturdo por el amor, o descubro un nuevo parpadeo de mi sensación vital, es como si diera un paso adelante, o notara un pequeño pero importante cambio en mí.

Felices sueños y realidad a todos!


Esta es la web de un artista americano que retrata chicos negros en poses y fondos clásicos de la pintura y escultura occidental, fantástico.
Kehinde Wiley

lunes, 18 de octubre de 2010

la ola se los llevó a su paraíso...

He vuelto a nadar fuera de verano, de nuevo en la pisci municipal. Me ha resultado familiar, incluso sencillo, cada vez me cuesta menos. Además, cuando nado no como mucho y me siento un poco más libre. Hace casi un mes regresé a mi antigua casa, la que ahora está alquilada. Las sensaciones eran completamente extrañas, yo ya no vivía allí. Lo único que me confortaba eran los mapas del mundo, Europa o España que dejé pegados a los azulejos de la cocina. Y el cartel adhesivo del cómic del baño, aquella pequeña maravilla del dibujante Enki Bilal... tapada, pues no debe gustar [tal vez algún día lo pueda rescatar].

Ellos se fueron entre las olas, con mensajes en botellas de color azul, hacia su propio paraíso. La boda de mis amigos fue una ocasión de vida y alegría, de disfrute y encuentro, de acercamiento de edades e ilusiones recuperadas, de comunidad. Larga vida al amor y a los que aún creemos en él, y a la poesía, aquella que se dice dulce y pausada en las tardes de final del verano. El azul, la arena dorada, las conchas, los pececitos, las redes de pesca, los paños blancos ondeantes... qué lujo de vida.

 Ahora que volvemos al secano los que somos de mar, a volver a esperar el tiempo del sol y el mar, de estar descalzos y poco vestidos, cómodos de verano, cuando apenas una camiseta y una bermuda dan para tantos días.

Celebro en este día, a todos aquellos que son capaces de unir en lugar de disgregar, de ilusionar en lugar de decepcionar, de mejorar y seguir adelante sin importarles las consecuencias... Ya no me complico con cuestiones morales, se trata de ser hombres y mujeres con toda la dignidad, recuperada cuando ha estado maltrecha, fortalecida después de un embate. Saltemos las olas, sumerjámonos en la ilusión.

[imagen tomada de: http://www.lightboxcreative.co.nz/?page_id=15]